
Emitiendo en 121.5 Mhz (frecuencia de emergencia). Estamos en emergencia y pedimos auxilio a todos. Yo os dejo las claves que se utilizan para estos menesteres, a ver quien os escucha.
Hoy es imposible saber lo que está pasando en el espacio aéreo español. Hay tanto tweet y tanto ruido en la frecuencia que antes de leer un mensaje ya han aparecido mil más.
Y lo peor de todo está por llegar. Tenemos un desgraciado puente por delante, alterado por la insensatez de unas medidas que atentan contra los derechos básicos de los ciudadanos. Pero no ceden ni un ápice y siguen apretando las tuercas equivocadas, restando más derechos aún de los que ya se han fumado liados en papel del B.O.E.
Os garantizo a todos que la normalidad volverá a aparecer en portada de todos los medios de difusión masiva, se garantizará el derecho de todos a volar por el espacio aéreo español, el ejército cumplirá abnegadamente su misión y dará respaldo al Gobierno al que debe obediencia, y la Policía la Guardia Civil y cualquier fuerza de seguridad acatará las órdenes de sus superiores. Estamos en un Estado en Alerta y eso conlleva medidas excepcionales hasta que se restablezca la normalidad en los centros de control.
Lo malo de estas situaciones tan apocalípticas es que nunca vuelve la normalidad previa. Tenemos preparado el terreno para que haya cientos de muertos por un accidente aéreo anunciado y malditamente SEGURO. Lo siento pero es así y no tardará mucho tiempo en ocurrir.
Un controlador desesperado, abstraído en sus problemas laborales, vigilado por una autoridad armada, amenazado de prisión, y agotado de pelear contra un Gobierno, no es el mejor método de garantizar la SEGURIDAD. Si a ello añadimos el lado aire, con unos pilotos acobardados igualmente por las circunstancias, que van y vienen al avión a ver si vuelan, que se toman un descanso parcial en tierra, mientras se arregla la crisis aérea, que vuela al límite legal de actividad (o le obligan a superarlo), con unos pasajeros también desesperados por llegar a un destino cuanto antes, etc. etc. tenemos un cóctel (removido no agitado) que sólo conduce a un resultado: ACCIDENTE.
No soy adivino, ni medium, ni tengo ninguna bola de cristal, por lo que no puedo decir cómo, cuándo ni donde, pero sí digo y afirmo categóricamente que VAMOS A TENER UN GRAVE ACCIDENTE.
Ojalá Dios me castigue haciendo que no tenga razón. Por si acaso, os recomendaría no volver a volar durante un tiempo razonable, digamos que cuando cambie el ministro de Fomento.